Ecuador y la Visión de Anáhuac

Una frontera debería ser una invitación, decía Alfonso Reyes, quien en octubre del año pasado encarnó en un nuevo premio para que lo recibiera George Steiner. Una invitación a abrir el pensamiento a las limitaciones de la geografía y de la historia, del tiempo en últimas, que a veces nos separa. Todos deberíamos ser una sola sangre. Es inevitable notar cómo cuando se cierra la comunicación de la inteligencia también se cierran las fronteras físicas. La manera como viene atacando el gobierno ecuatoriano a Colombia es una evidente manifestación de lo que Reyes quería evitar, de la ignorancia de los gobernantes de Venezuela y Ecuador. La tradición de un pensamiento lúcido puede perderse en el ruido de la ideología marxista con tintes bolivarianos. El fanatismo le apunta a cuialquier cosa con tal de tener algo que hacer sin importar lo que dice.

La llamada

Una mirada bastante difundida del transito que hace hoy América latina se reduce a la polarización Chavistas y Uribistas, es decir, una versión tropical y remozada de la guerra fría. Pero esa es la manera más fácil de entenderlo. Hace un año había euforia por la tendencia compleja que asumía el fenómeno y que puede verse como una multiplicidad de izquierdas . Es evidente que se trata de concepciones ideológicas con muchos matices pero que se acomodan a la coyuntura política. No leo ni escucho a nadie defender principios excluyentes. Gritar contra el capitalismo es una ingenuidad sino se afirma una opción que nadie ve por ningún lado.

Desde entonces -como una voz que sale de abajo en un coro- aparecieron las Farc en el escenario internacional de manera cada vez mas fuerte. Y aunque Chavez llama por telefono a Uribe porque quiere retomar el cause de las comunicaciones civilizadas, uno se pregunta ¿por cuánto tiempo? No sé por qué intuyo que Chavez quiere pegarse un descanso político agarrándose de la popularidad de Uribe. Ya ni siquiera Correa se atreve a confrontar al gobierno colombiano. Es curioso. El ambiente sigue preñado de incertidumbre.

Arrolladora

...qué maquinaria. Coincido con Mauricio Vargas en el Tiempo del lunes. Si gana la guerra Uribe los colombianos lo podemos dejar descansar. Yo no votaría para un tercer periodo innecesario.

¿Quién iba a pensarlo que se llegaría a un acuerdo tan rápido en la política exterior, apenas a 96 horas de los incidentes en la frontera con ecuador?

El arte de lo posible abrió nuevas perspectivas y nuevas esperanzas a nuestra política exterior. Uribe no es condenado por la OEA luego de atacar el santuario del las Farc en Ecuador.

Brasil corrió a hacer pinitos alinderando a los pequeños países a su alrededor. La noticia del acuerdo se difundió apenas salió de la oficina de Lula. Y Lula no tuvo que moverse de su trono. Los gringos advirtieron, pero de Lula es el que sabe lo que en el fondo se acordó. Lula y Uribe , claro está. El acuerdo se hizo antes de que llegara Correa a Venezuela. Pueda ser que el acuerdo no se rompa. Con esa personalidad de Correa. Pero yo creo que Lula debió advertirle algunas cositas serias que no se pueden olvidar en política. El compromiso con los grandes.

Uribe dispone aún de crédito político para proseguir, ni siquiera tuvo que ofrecer la cabeza de Santos, el ministro de defensa. Pude negociar la retirada de la demanda a Chavez en la Corte Internacional. Pero creo que como en el béisbol, puede aprovecharse el batazo para que sea un gran slam, vale decir, Uribe tiene que aportarle a los venezolanos en la resolución del problema. El vacio que deja Chavez tratará de ocuparlo Brazil en su totalidad pero Uribe tiene mucho juego político. Ya leí por ahi que la oposición venezolana pedirá la renuncia de Chavez para que se dedique a defenderse en la Corte. Ese será un caballito de una campaña política antichavista.

¿Cuanto tiempo le queda a Chavez?